Mi paso por La Pradera, fue muy enriquecedor, hoy en día agradezco mucho por todas sus enseñanzas. Es un mundo lleno de nuevas oportunidades y día con día siempre se aprende algo completamente nuevo y aplicable a la vida cotidiana. Se aprende el amor al trabajo que es muy importante para poder dar un servicio enriquecedor y lleno de calidad.

Es una experiencia única y que solo una puede entenderla al vivirla. Se forma en una visión distinta del servicio; que es la mejor de todas y la que actualmente en el mundo de la hotelería y gastronomía es la que más se busca para poder tener éxito.

En las más grandes cadenas hoteleras intentan inculcar a sus trabajadores el servicio de una manera que se pueda llegar hacer tangible lo intangible y esta es una vivencia diaria, algo que se aprende muy bien en la Escuela de Hotelería La Pradera.

Además se adoptan nuevos valores como la amistad, la honestidad, pensar en los demás, ser servicial, ser una persona con un alto rendimiento y de muy buenas costumbres.

La Pradera marca una gran diferencia formativa, al momento de ir a realizar la práctica fue muy gratificante escuchar a decir los supervisores lo impresionados que quedan por lo bien que nos enseñaron a realizar nuestro trabajo y la excelencia con la que ahí se enseña.

Hoy día doy gracias por la beca que recibí y toda la ayuda que me brindaron; gracias a ello pude vivir esta experiencia inolvidable y enriquecedora que me lleva a más, a superarme personal y profesionalmente, a incursionar en otras áreas relacionadas y a realizar mi trabajo con pasión y amor.

Deby Rodríguez
Exalumna Escuela de Hotelería La Pradera